Si alguna vez has pensado “no sé dónde va mi dinero”, no estás solo/a. A todos nos pasa: cobramos, pagamos lo básico y, cuando miramos la cuenta, parece que el dinero se ha esfumado. La realidad es que, más que en gastos grandes, solemos malgastar dinero en pequeñas decisiones que repetimos sin darnos cuenta.
El problema es que esas decisiones, que parecen inofensivas a corto plazo, a la larga se convierten en agujeros negros que repetimos sin darnos cuenta.
En este artículo vamos a repasar cinco decisiones muy comunes que, sin darte cuenta, te cuestan mucho más de lo que imaginas. Y lo haremos con ejemplos prácticos, cálculos sencillos y, sobre todo, con soluciones claras para que recuperes el control de tu dinero.
A todos nos atrae esa frase de “cómprelo ahora y páguelo en cuotas cómodas”. El problema es que esas cuotas “cómodas” rara vez lo son.
Cuando financiamos un producto o una compra, solemos fijarnos solo en si la cuota mensual cabe en nuestro presupuesto, pero no en cuánto terminamos pagando de más. Y ahí está el error: los intereses y comisiones hacen que el precio final sea mucho mayor que el original.
Imagina que compras un móvil de 900€ en 12 cuotas “cómodas” de 90€... pero con un interés oculto del 20% TAE. Al final no habrás pagado 900, sino más de 1.080€. Es decir, 180€ extra solo por aplazar el pago. En este tipo de situaciones es importante que la empresa que ofrece productos con cuotas o similares sea transparente desde el principio.
El verdadero peligro llega cuando no solo se trata de un móvil, sino de varias compras financiadas al mismo tiempo. Los intereses se acumulan y tus deudas también, acabas pagando casi el doble de lo que valen tus cosas.
Divide lo que pagarás en total entre el precio original, réstale 1 y multiplícalo por 100.
Por ejemplo (volviendo al ejemplo del móvil): 1.050€ / 900€ = 1,166. Eso significa que habrá un 16,6% extra de coste.
Un consejo rápido: Antes de financiar un producto o un servicio, pregúntate: “¿Pagaría este precio si lo viera en una etiqueta?”
En este blog explicamos cómo los microcréditos Vivus representan una alternativa sencilla, adaptable y ágil para quienes no cuentan con acceso a la financiación convencional, permitiéndoles cubrir gastos imprevistos o poner en marcha sus proyectos personales.
Si tienes tus ahorros en una cuenta corriente sin intereses, en realidad estás perdiendo dinero sin darte cuenta.
La inflación hace que tu dinero pierda poder adquisitivo con el tiempo. Aunque el número en tu cuenta no cambie, lo que puedes comprar con él sí disminuye.
H3: Situación real: cuánto pierde 1.000€ en 5 años sin intereses
Por ejemplo, 1.000€ guardados sin generar intereses, con una inflación media del 3%, valdrán en 5 años lo mismo que hoy valen unos 860€. Es decir, “pierdes” 140€, ¿una locura verdad?
No hace falta mover todos tus ahorros de golpe. Empieza transfiriendo una parte a una cuenta que sí remunere y observa la diferencia.
Un consejo extra: Además de evitar estas decisiones que te pueden salir caras, recuerda que tu seguridad digital también es muy importante para proteger tu dinero. Es importante crear contraseñas seguras y aplicar buenos hábitos digitales para asegurar tus cuentas y evitar fraudes.
Ignorar las finanzas no hace que los problemas desaparezcan. Al contrario, suele hacerlos más grandes.
Evitar revisar la cuenta o posponer decisiones económicas genera ansiedad y lleva a actuar de manera reactiva: pagar lo primero que aparece, aceptar condiciones sin leerlas o dejar pasar oportunidades.
Crea una hoja de acción sencilla:
Si necesitas liquidez, opta por créditos y préstamos personales de entidades reguladas como Vivus y con condiciones claras. Suelen ser mucho más seguros, con condiciones transparentes, plazos claros y costes más fáciles de controlar.
Solo con tenerlo por escrito, tu relación con el dinero va a cambiar significativamente. Piensa en el dinero como en tu salud: ignorarlo nunca es buena idea.
Como ves, las decisiones financieras que más dinero cuestan no siempre son las grandes: financiar sin calcular, dejar el dinero dormido, renovar sin comparar, firmar sin leer o simplemente no querer hablar de dinero. Todas tienen solución si les prestamos atención.
La clave está en dar pasos pequeños, pero constantes. No necesitas convertirte en un experto financiero de un día para otro. Basta con aplicar un cambio esta misma semana: revisar tu contrato de internet, mover parte de tus ahorros a una cuenta remunerada o calcular cuánto te cuesta realmente esa compra a plazos.
Por aquí te dejamos algunos recursos para poder mejorar tus finanzas y poder poner en práctica lo que has aprendido leyendo este artículo.
App de control de gastos: Fintonic
Calculadora financiera online: Calculadora de TAE del Banco de España
Plantillas gratuitas: Plantillas de objetivos financieros de Notion
Desde Vivus te proponemos un reto para esta semana: elige una de estas áreas y toma acción. Da igual si es llamar a tu seguro para renegociarlo, o mover tu dinero a una cuenta remunerada o revisar tus gastos en una app. Lo importante es empezar.
Porque cuidar tu dinero no tiene por qué ser aburrido... y cada pequeño cambio te acerca a tu libertad financiera.