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7 consejos para no pillarte los dedos al contratar un crédito rápido

10/2/2023
7 consejos para no pillarte los dedos al contratar un crédito rápido
Autor
Vivus

Los créditos rápidos se han convertido en un instrumento de financiación cada vez más utilizado por las familias españolas. Sin embargo, en ocasiones, es un producto mal entendido, sobre todo porque los fines a los que se dedican no siempre son los más adecuados.

En este artículo, te damos todos los detalles para pedir un crédito rápido y no pillarte los dedos. Porque sí, son productos muy interesantes, pero que deben ser tratados con sumo cuidado si no quieres caer en problemas financieros.

Qué debes tener en cuenta a la hora de contratar un crédito rápido

1. Compara varias opciones

El primer paso para no pillarte los dedos al contratar un crédito rápido es comparar entre varias opciones, eligiendo la alternativa que más se ajuste a tus necesidades y a tu perfil. En la actualidad, la oferta comercial es bastante grande, lo que hace que elegir entre ellas sea más complicado que antes.

En cualquier caso, no te conformes con la primera oferta que veas, porque lo más probable es que haya otras opciones más interesantes. Utiliza, en la medida de lo posible, comparadores y otras opciones para elegir la mejor oferta, tanto si es la primera vez que solicitas un crédito rápido como si no.

2. Revisa si es una entidad de confianza

En internet se puede encontrar todo tipo de empresas de créditos rápidos, y no siempre es fácil diferenciar cuáles son las entidades de confianza y las calificadas como chiringuitos financieros. Pero, ¿cómo diferenciar unas de otras? Es importante señalar que la mayoría de las empresas que conceden este tipo de financiación no están supervisadas por Banco de España, ya que no es una actividad reservada únicamente a los bancos, lo que dificulta esta diferenciación.

En cualquier caso, debes prestar atención a una serie de detalles para comprobar si una empresa de créditos rápidos es fiable o no. Por un lado, debes identificar si cuenta con el protocolo https en su página web y con el certificado SSL (Secure Socket Layer). Además, si nos pide dinero por adelantado o nos urge a realizar una acción, debemos desconfiar.

3. Evita las empresas con cobros ocultos

Las empresas serias de créditos rápidos tienen toda la información en la portada de su web y, generalmente, con la letra bien grande. Son transparentes con sus condiciones y, sobre todo, con sus costes. En todo momento sabrás cuánto tendrás que pagar por tu crédito rápido y cómo devolverlo.

Si al leer las condiciones de una empresa no te quedan claras las condiciones, o bien una vez contratado te aplican un coste del que no tenías constancia, debes evitarlas al máximo posible.

4. La TAE no siempre es el mejor indicador

En el caso de los créditos rápidos, la TAE suele ser muy elevada, de más de 4 dígitos en muchas ocasiones, especialmente si se relacionan con otros productos bancarios, como los préstamos o las hipotecas. Esto ha llevado a ser calificados como abusivos por muchas personas y organismos públicos, dando una falsa sensación de que estamos pagando mucho dinero.

Pero en el caso de los créditos rápidos, la TAE no es el mejor indicador del coste del producto. El motivo es que la TAE se calcula en términos anuales, mientras que los honorarios de los créditos rápidos se suelen devolver en un plazo de amortización mucho más corto, de hasta dos meses o incluso algunos días. Si los créditos rápidos se concediesen por un plazo similar al de los préstamos bancarios, la TAE sería muy parecida.

5. Acorta el plazo lo máximo posible

Como los intereses del crédito rápido son diarios, mientras menos tiempo tengas en vigor el crédito rápido, menos pagarás. Y dado que los plazos son cortos, existe una diferencia enorme entre acortar el crédito unos días.

Por ejemplo, si solicitas 100 euros a 30 días, pagarás de media 33 euros en intereses, pero si acortas el plazo a los 20 días, tan solo 10 días menos, pagarás alrededor de 22 euros. Es decir, 11 euros menos por pagar el crédito tan solo 10 días antes.

6. Ajusta la cantidad a solicitar, y solo en momentos puntuales

Los créditos rápidos son instrumentos pensados para momentos puntuales de falta de liquidez y, como tales, deben ser solicitados en momentos muy determinados del tiempo. Y, por supuesto, solo por la cantidad necesaria como para atravesar ese bache, y no más.

Estos momentos suelen darse en ciertos momentos del año, como la cuesta de enero, la cuesta de septiembre, las navidades o algunos momentos del verano, cuando se suelen dar estos problemas de falta de efectivo. En otros momentos, o para fines diferentes, el crédito rápido no siempre es la mejor opción.

7. Evita caer en un impago

Lo peor que puedes hacer a la hora de contratar un crédito rápido es caer en un impago. Por muy buenas condiciones que recibas, debes asegurarte de que vas a poder devolverlo en tiempo y forma.

De lo contrario, podrás caer en problemas financieros que puedan poner en riesgo tu economía familiar. Además, entrarás en los temidos ficheros de morosos como ASNEF o similar, que pueden condicionarte casi de por vida. Por tanto, si no tienes claro si vas a poder devolver el crédito rápido, es mejor NO pedir minicréditos para evitar caer en una espiral de deudas de la que es complicado salir.

 

 En definitiva, aunque los créditos rápidos pueden ser una solución útil y efectiva para financiar necesidades urgentes de liquidez, es importante tener en cuenta que no siempre son el instrumento adecuado para todas las personas, y pueden conducir a problemas financieros severos. 

Por eso, si no quieres pillarte los dedos, debes seguir todos estos consejos y así disfrutarás al máximo posible de tu crédito rápido.

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