La UE está planteándose poner en marca una Unidad de Seguridad Informática, sin embargo… ¿Qué significa exactamente esto? ¿Qué va a hacer esa unidad? ¿Cuál va a ser su papel? Son dudas que todos los que hemos oído hablar de este proyecto nos hacemos. Y, puesto que nos las hacemos y las hemos resuelto, hemos pensado en contarte de qué se trata.
En este artículo, pues, te vamos a contar qué es y para qué sirve la Unidad de Seguridad Informática de la UE, por qué es relevante en los tiempos que vivimos y de qué forma se va a concretar el proyecto. Por supuesto, con la información que hay actualmente disponible, que no es completa y está sujeta a cambios en el futuro.
La Unión Europea se ha decidido a crear una Unidad de Seguridad Informática a nivel comunitario. Es decir, una institución que nos proteja frente a posibles ataques cibernéticos. Es algo lógico, puesto que, a día de hoy, internet es un punto crítico de nuestros sistemas. Todos nuestros sistemas. Si se ven comprometidos, nuestro normal funcionamiento como sociedad se puede ir al traste. Así que conviene protegerse.
En este contexto, se crea la Unidad de Seguridad Informática de la UE, la cual pretende garantizar una respuesta eficaz desde los 27 Estados que conforman la Unión Europea ante cualquier tipo de ciberataque o cibercrisis a gran escala. Es decir, esta institución intentará coordinar a los diferentes países de la UE para hacer frente a amenazas en internet. También ofrecerá ayuda a posteriori a los países afectados por el evento.
Actualmente existen diferentes agencias e instituciones europeas que hacen que todos los países trabajen conjuntamente contra ataques o evitando catástrofes. Por ejemplo, la Europol es una institución que pretende ser una policía a nivel europeo. Gracias a ella, todas las policías de todos los países intercambian información de forma eficaz y actúan coordinadamente. La Unidad de Seguridad Informática pretende hacer lo mismo en internet.
Como tantas otras instituciones europeas, la sede estará en Bruselas, aunque hay que tener presente que también existirá una plataforma virtual donde habrá representantes de todos los órganos e instituciones implicados en áreas de ciberseguridad. Además, habrá representantes de los diferentes Estados miembros de la Unión Europea para que puedan velar por sus intereses nacionales. En esta plataforma virtual se reunirán los recursos para combatir las amenazas.
Una vez los diferentes Estados miembro e instituciones hayan aportado toda la información, experiencia y recursos a la plataforma virtual, desde ella se crearán los sistemas adecuados para proteger a los diferentes Estados miembro e instituciones críticas de la Unión Europea. Además, se proporcionará información en tiempo real sobre las amenazas existentes o que puedan ocurrir próximamente (aunque esto es difícil por la naturaleza de los ataques).
Tanto desde la sede física como desde la plataforma virtual también se deberán configurar y movilizar equipos para reaccionar a gran velocidad ante cualquier tipo de ataque, así como para adoptar protocolos de ayuda mutua entre afectados e implementar las herramientas y los sistemas adecuados de vigilancia y detección de riesgos. Algo que todos los países deben hacer, puesto que un ataque puede iniciarse por cualquier lado.
El problema que tiene la Unión Europea en este tema y en tantos otros es que no es un país. No es un Estado. Es un conjunto de Estados que han decidido unirse, pero que no han cedido toda su soberanía a la ente central. En consecuencia, en muchas ocasiones, las políticas y las actuaciones están fragmentadas. Resumiendo: cada país hace lo que le da la gana.
Y eso es bueno en algunas ocasiones, porque permite que haya competencia entre los distintos países. Pero a veces es negativo, como en temas de defensa (sea física o cibernética). Este proyecto trata de poner fin a ese problema. Y, si se ejecuta bien, el resultado puede ser muy positivo, haciendo de Europa una potencia mundial más segura y… peligrosa.
Lo cierto es que sí es muy necesario. Hoy en día, las guerras no están de moda. Siguen produciéndose, pero tienen muy mala prensa y no suelen compensar a los países, dada la interconexión que existe en virtud del comercio global. Sin embargo, los ataques cibernéticos no se ven con malos ojos, porque las personas ni tan siquiera son conscientes de ello. Y las grandes potencias se lo toman muy en serio.
China, Rusia, EEUU e Israel, por poner cuatro ejemplos, tienen una gran capacidad para dañar los sistemas de otros países (Israel fue capaz de destruir una central nuclear iraní mediante un virus informático, para que te hagas una idea del nivel de lo que estamos comentando). Asimismo, tienen una gran capacidad para protegerse, puesto que saben el daño que se puede causar a través de internet.
Y, como decíamos anteriormente, nuestros sistemas económicos se fundamentan en internet. Sin internet, colapsamos. Es importante, por lo tanto, estar protegidos ante cualquier evento cibernético que pueda causarnos daño. Por todo ello, es muy importante contar con un buen centro de toma de decisiones que sea rápido y eficaz tanto en la prevención como en la reacción a los ataques.
Por supuesto, queda por ver cómo se va a concretar el proyecto y con qué calidad se ejecuta. Pero, en principio, es una buena noticia que Europa se ponga las pilas en este tema y desarrolle instituciones y sistemas para protegernos de eventuales ataques cibernéticos, que pueden tener su origen en grupos terroristas, en empresas o en Estados.
En resumen, la Unidad de Seguridad Informática de la UE pretende protegernos frente a ciberataques tanto de terceros países como de particulares. Y es que, en los tiempos que corren, muchas batallas ya no se dan sobre la tierra, sino dentro de los cables de internet. Por lo tanto, conviene estar protegidos. Imagina la Unidad de Seguridad Informática de la UE como un ejército europeo para protegernos en internet.
