La factura de gas suele ser uno de los gastos más elevados que todo hogar tiene que afrontar. Según los datos recopilados por TarifaLuzHora, con datos de noviembre de 2022, el gasto medio en gas de las viviendas españolas fue de 113,07 €, aunque varía de manera considerable entre diferentes zonas geográficas y según la comercializadora elegida.
Por eso, es importante asegurarse de que está pagando lo justo según las circunstancias de tu hogar y de la tarifa que hayas elegido. A continuación, te dejamos algún que otro tip para saber si estás pagando de más en tu factura de gas.
Lo primero que tienes que hacer es revisar el consumo de gas de tu hogar y el precio del KwH según la tarifa de acceso que tengas contratada. Estas tarifas están reguladas a través de la Resolución de 22 de diciembre de 2022, de la Dirección General de Política Energética y Minas, por la que se publica la tarifa de último recurso de gas natural.
En concreto, los precios sin impuestos de la tarifa de último recurso (TUR) de gas natural aplicables a consumidores con consumo anual igual o inferior a 50.000 kWh, en vigor desde el día 1 de enero de 2023, son los siguientes:
En caso de que el precio de tu tarifa sea superior al del término variable regulada en el BOE, podrás cambiarte a una comercializadora de tarifa regulada, disponibles en la página web de la Comisión Nacional de Mercados y de la Competencia (CNMC).
Aunque la mayoría de comercializadoras hacen lecturas correctas de los contadores de gas, en ocasiones puede no ser así. Por ejemplo, si los contadores se encuentran dentro de la vivienda del propietario y este no se encuentra en el momento de la lectura, la compañía hará una lectura orientativa del consumo basado en datos históricos, que será compensado en periodos posteriores. Pero esta lectura estimada no está exenta de errores.
Por eso, es importante tener una idea de los consumos de gas para poder comparar las facturas y detectar cualquier irregularidad. Además, es recomendable tomar lecturas regulares del contador y registrarlas de forma continua para tener un seguimiento de los consumos.
A veces, simplemente conviene revisar las ofertas de otras comercializadoras. A través de la propia página web de la CNMC, podrás revisar todas las opciones posibles de acuerdo a tu código postal, tu consumo anual estimado y si tienes servicios adicionales y permanencia o no.
En esta web podrás obtener un listado con todas las comercializadoras que operan en tu zona y la opción de acceder a la Tarifa de Último Recurso (TUR), que es la opción regulada. Si las ofertas estimadas son inferiores a lo que tú estás pagando ahora mismo, es posible que una buena opción sea cambiar la compañía comercializadora.
Los termostatos inteligentes son aparatos que permiten conocer el consumo real de un hogar. La mayoría de ellos disponen de la tecnología como para adaptar la temperatura del hogar a las condiciones de los miembros, detectando ventanas abiertas, si hay personas o no en la vivienda o los hábitos de consumo de los integrantes del hogar.
Se estima que, gracias al termostato inteligente, el gasto en la factura de gas se reduce entre un 20% y un 50% anual. Por esta razón, instalar uno o varios de estos aparatos, y configurarlos para poder ser manipulados a través del teléfono móvil, puede ser una buena idea para saber si estás pagando de más en la factura de gas.
La Ley obliga a inspeccionar todas las calderas de forma periódica para evitar fugas de gas. En este caso, y con el fin de evitar problemas y estar protegido en todo momento, es importante contar con un servicio de mantenimiento que proteja al propietario.
La mayoría de compañías comercializadoras ofrecen sus propios servicios de mantenimiento con sus facturas. Y la mayoría de consumidores, por comodidad, eligen este servicio y no otro. Sin embargo, es probable que no sea la opción más económica, ni tampoco la de mayor calidad.
En este sentido, puede ser interesante estudiar otras alternativas para saber si es posible ahorrar, ya sea a través de empresas locales especializadas u otras empresas que tengan experiencia en esto.
Aunque parezca una obviedad, un radiador que no funcione como toca puede suponer un gasto extra en la factura del gas. En caso de que detectes alguna anomalía o problema, ponte en contacto con un técnico para que revise el radiador en cuestión y así evitar que esto suponga un sobrecoste en la factura de gas.
De todas formas, nunca está de más anticiparse al invierno para poner a punto la calefacción: una buena práctica que puedes hacer tú mismo es purgar al principio de la temporada los radiadores. Así te aseguras de eliminar el aire acumulado en el interior del radiador para que la calefacción funcione al 100 % y ahorrar en el consumo de gas.
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