El IVA es uno de los impuestos más importantes de España. Ese impuesto del que casi nadie puede escaparse y que está en todos los productos a nuestro alrededor (o casi). Sin embargo, no se trata de un único tipo impositivo, sino que hay diferentes tipos. Y esto puede generar una cierta confusión.
Como podrás comprobar, hay diferentes tipos de IVA tanto por la región geográfica en la que se está como por el tipo de producto al que se aplica. Conviene conocer todas estas diferenciaciones para comprender en profundidad este impuesto tan importante para el país. Así que vamos a ver si podemos aclararlo.
El IVA es un impuesto indirecto que grava los bienes de consumo. Es el mismo para toda la península y Baleares y tiene particularidades en Ceuta y Melilla y en Canarias. Vamos a explicar todas estas diferencias. Empecemos por el caso de península y Baleares, que es el caso más frecuente y en el que nos encontramos la mayoría de las personas.
En península y Baleares, el IVA se divide en tres grandes tipos de IVA: el IVA general, el IVA reducido y el IVA superreducido.
El IVA general es del 21%, el IVA reducido es del 10% y el IVA superreducido es del 4%. Todos los productos y servicios que compremos en península y Baleares llevarán un IVA asociado, que podrá ser uno de estos tres. ¿Y cuál de los tres será? Pues depende del tipo de producto.
- El IVA reducido es el que se aplica a los alimentos (a excepción de los que se consideran de primera necesidad). También es el que se aplica a los servicios de hostelería, al transporte de viajeros, la venta de inmuebles, las actividades forestales, ganaderas y agrícolas, los instrumentales sanitarios y cualquier servicio relacionado con sanidad (oftalmología, odontología, etc).
- El IVA superreducido es el que se aplica a los bienes de primera necesidad. Dentro de este grupo encontramos los alimentos más básicos (pan, leche, huevos, etc), los medicamentos, la prensa y los libros, todos los bienes necesarios para las personas con minusvalías, las Viviendas de Protección Oficial, los servicios de residencia y atención a domicilio para personas dependientes, etc.
- El IVA general es el IVA que se aplica a todos los demás productos, a excepción de aquellos que no tienen IVA. Los productos que no tiene IVA son los seguros, los productos financieros, los sellos de correo, los alquileres de VPO, la asistencia médica, la docencia en centros oficiales y la formación particular sobre materias homologadas en la enseñanza pública.
Depende. Hay países de nuestro entorno que tienen IVAs más pequeños que los nuestros, pero también hay algunos otros que lo tienen más elevado.
Por ejemplo, países como Andorra tienen un IVA sensiblemente más pequeño que el español, mientras que los países nórdicos tienen un tipo impositivo mayor y, además, sin diferentes tramos.
No obstante, sí es cierto que España se encuentra entre los países con un mayor IVA, lo cual no es poca cosa, teniendo en cuenta que hay otros impuestos en diferentes productos muy importantes. Así, sin ir más lejos, la gasolina tiene multitud de impuestos, haciendo que más de la mitad de su precio sean impuestos.
Un IVA demasiado alto tiene un impacto directo en el consumo. A mayor IVA, menor consumo. Es lógico, puesto que cualquier euro que vayas a gastar en productos y servicios tiene asociado un coste adicional en forma de impuestos. En consecuencia, la cantidad disponible de las personas para productos y servicios se ve reducida. O, visto de otro modo, el coste de los mismos productos y servicios aumenta.
Da igual cómo lo planteemos, la cuestión es que la gente compra menos y ahorra menos de lo que podría si el IVA fuese más bajo. Y esto es problemático por partida doble: al comprar menos, no puede contribuir tanto a que las buenas empresas crezcan. Y, al ahorrar menos, no puede capitalizarse y vivir más desahogado (y tampoco puede invertir, claro).
A pesar de lo anterior, cabe decir que el IVA es el mejor impuesto de cuantos existen. Esto es así porque es el que menos distorsiona el funcionamiento normal de la economía.
Por ejemplo, el impuesto a la renta siempre te afecta, independientemente de si gastas lo que ganas o no. Es un dinero que te lo quitan hagas lo que hagas y en función de lo que ganes. No puedes escapar de él.
Sin embargo, el IVA es un impuesto que se te cobra en el momento en que consumes. Esto significa que, si no estás conforme con cómo se están gastando tus impuestos o te parece que estás pagando muchos, puedes dejar de consumir y, en consecuencia, de pagar el impuesto. Evidentemente, no puedes dejar de consumir al 100%, pero sí en un cierto porcentaje.
Por ello, en general, es recomendable bajar antes otro tipo de impuestos de los que no es posible escapar y, cuando ya se han rebajado aquellos otros impuestos, rebajar el IVA. No obstante, de nuevo, cabe señalar que el IVA español es razonablemente alto, así que sí sería recomendable rebajarlo, por mucho que sea el impuesto menos dañino.
En resumen, existen diferentes tipos de IVA en España. Y es lo normal. En la mayoría de los países del mundo existen diferentes tipos de IVA, no uno solo.
Hay países que son la excepción a esta norma, como algunos de los países nórdicos, pero lo normal es que el IVA tenga diferentes niveles para diferentes tipos de productos. Y, en el caso de España, también hay cambios por particularidades geográficas.
